Muchos árboles producen bayas, que son frutos producidos a partir de un solo ovario que son carnosos. Sin embargo, en el uso común, las personas aplican el término "baya" a cualquier fruta pequeña. Algunos de los árboles productores de bayas más comunes en América del Norte incluyen la mora, la arándanos, el acebo, el enebro y el arándano.
La identificación adecuada de un árbol con bayas requiere un examen detallado de las características del árbol. Algunas especies, como los naranjos, son fáciles de identificar, mientras que otras, como los diversos parientes de los arándanos, pueden requerir un examen exhaustivo de los rasgos sutiles. La ubicación en la que crece el árbol puede proporcionar pistas para su identificación también. Por ejemplo, un árbol pequeño con bayas rojas brillantes que crecen en Virginia puede ser un árbol de cornejo; sin embargo, como la especie está restringida a la costa este de los Estados Unidos, es probable que un árbol de California no sea un cornejo.
Nunca consuma las bayas de un árbol a menos que se establezca la identificación del árbol y se sepa que las bayas son comestibles. Las bayas de algunos árboles y arbustos, por ejemplo, pokeweed y dogwood, son altamente tóxicas. La observación de aves o animales que comen las bayas de un árbol no garantiza que las frutas no sean tóxicas para los seres humanos, ya que muchos animales han desarrollado formas de lidiar con algunas bayas venenosas.