El titanio proviene de varias fuentes, incluidos depósitos en Australia, América del Norte, Oriente Medio y Sudáfrica. El titanio se produce solo en grandes reservas ubicadas debajo de la superficie de la Tierra. Sin embargo, también se encuentra frecuentemente en otros minerales, como la ilmenita y el rutilo.
El titanio es un elemento abundante, y tiene propiedades físicas y químicas que lo hacen maleable, resistente a la erosión y capaz de tolerar altas temperaturas. El titanio está clasificado como un metal, y es fuerte y ligero. Esta calidad lo hace ideal para construir cuadros de aviones, algunos coches de carreras e incluso bicicletas. El titanio se presenta más fácilmente en forma sólida, aunque puede combinarse con oxígeno para producir dióxido de titanio. El dióxido de titanio aparece como un pigmento blanco brillante que se utiliza para crear productos de papel, pintura y plástico. Este elemento proviene de fuentes de todo el mundo y se encuentra principalmente en reservas o excavado en minas. El titanio frecuentemente coexiste con otros minerales, particularmente la ilmenita y el rutilo. Estos minerales, como el titanio, se encuentran en grandes depósitos. Sin embargo, son más abundantes en las costas arenosas; en los Estados Unidos, la mayor parte de la arena enriquecida con titanio se encuentra en las costas de Florida y Virginia. La mayoría del titanio se extrae para uso comercial, como productos de pintura, teléfonos celulares, radares y dispositivos médicos.