La mayoría de los caracoles de jardín son herbívoros, por lo que comen plantas como hojas, tallos, cortezas, frutas, verduras y hongos. Estos caracoles de tierra son bajos en la cadena alimenticia, por lo que su dieta ayuda a descomponer la vegetación en la naturaleza.
Los caracoles de jardín pueden ser mascotas interesantes para una persona tranquila. Mantenerlos saludables requiere alimentarlos con una amplia dieta de verduras, frutas y, a veces, materia vegetal. Los caracoles disfrutan mordisqueando muchos de los mismos alimentos que los humanos, incluyendo zanahorias, pepinos, calabazas, lechugas y hongos. Comience con estos alimentos para ver si el caracol se interesa.
Si el caracol no está tan inclinado a comer vegetales humanos, intente mezclar algo de material vegetal. Las hojas de las plantas, los tallos y la corteza suave pueden ser más atractivos para un caracol de nacimiento salvaje.
Algunas especies de caracoles son omnívoras y comen carne o pequeños insectos, así como vegetación, mientras que otras son carnívoras, y comen otros caracoles más pequeños.
Los propietarios de caracoles observarán a sus mascotas tomando pequeños mordiscos raspándolos del alimento. Esto se hace con una parte de la boca llamada la radula. Una radula es una proyección en forma de lengua que está cubierta con hileras de puntas dentadas afiladas. Estas puntas se enganchan en la comida y se arrancan un poco con cada raspadura. El proceso puede parecer minucioso, pero proporciona al caracol una gran cantidad de nutrientes.