De acuerdo con el Laboratorio de Ornitología de Cornell, los pavos salvajes pueden nadar. Se acercan las alas a sus cuerpos, extienden sus colas y patean.
Además de nadar, los pavos salvajes realizan otros actos impresionantes. El Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York indica que vuelan a velocidades de 40 a 55 mph. Los pavos son corredores rápidos, con un tope de aproximadamente 12 mph. Durante el invierno, los pavos salvajes cavan a través de la nieve hasta 6 pulgadas de profundidad para ubicar la vegetación. Sin embargo, los pavos pueden prescindir de los alimentos hasta por dos semanas si las condiciones del clima invernal son tan severas que las aves deben posarse durante un período prolongado.