Los pavos machos tienen testículos ubicados dentro del cuerpo, justo por encima de los riñones. Los testículos tienen forma de frijol y producen testosterona, que contribuye al desarrollo del tracto reproductivo masculino, cortejando el comportamiento y la agresividad.
A medida que los espermatozoides se desarrollan y maduran, pueden viajar hasta cuatro días a través de un tubo estrecho hasta la cloaca, una abertura debajo de la cola que combina funciones digestivas, urinarias y de reproducción. Tanto en machos como en hembras, la cloaca se hincha para facilitar el apareamiento. En un acto que toma solo unos segundos, los pavos se unen a sus cloacas. El macho eyacula esperma en la hembra, un acto conocido como un beso cloacal. Después de la fertilización, la hembra pone hasta 17 huevos que se incuban de 25 a 31 días. Bien desarrollados al nacer, los adultos caminan y se alimentan un día después de nacer.