De acuerdo con la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, los síntomas de un pulgar roto incluyen dolor intenso, hinchazón, deformidad del pulgar, sensibilidad y no movilidad del pulgar. Es importante para las personas que sospechan tienen un pulgar roto para buscar asistencia médica inmediata para asegurar la realineación adecuada de los huesos.
El Illinois Bone and Joint Institute explica que el tratamiento de un pulgar roto depende de la gravedad de la lesión. Si la ruptura es severa, a menudo se requiere cirugía para alinear correctamente los huesos con tornillos o alambres. Después de la cirugía, los pulgares rotos generalmente se tratan con un yeso o férula que se debe usar por hasta seis semanas. El tratamiento no quirúrgico consiste en restablecer el hueso e inmovilizar el pulgar con un yeso o férula.
Según Drugs.com, los métodos de postratamiento después del tratamiento para un pulgar roto incluyen bolsas de hielo, elevación y terapia física. El hielo ayuda a minimizar el dolor y la hinchazón, así como a promover la regeneración de tejidos saludables. Elevar el pulgar apoyando la mano sobre almohadas también ayuda a minimizar el dolor y la hinchazón. A menudo se requiere terapia física una vez que se retira el yeso o la férula. Los ejercicios de fisioterapia ayudan a fortalecer el pulgar y restablecer la movilidad.