Los hámsters rechinan para expresar sus emociones. Estos chirridos expresan felicidad, emoción, molestia y miedo. Hay una serie de pistas que pueden ayudar a determinar la razón específica detrás del chirrido de un hámster.
Los chirridos ocasionales generalmente no son causa de alarma. Sin embargo, hablar frecuentemente puede indicar un problema. Los hámsters que chillan persistentemente pueden estar hambrientos, sedientos, solos o heridos. Los propietarios ocasionalmente deben revisar las jaulas para asegurarse de que contengan alimentos y agua adecuados. Los propietarios también deben asegurarse de que el hámster obtenga la socialización adecuada y esté jugando con humanos u otros hámsters. También es importante realizar una revisión de todo el cuerpo para asegurarse de que el hámster no esté herido.
Si un hámster chilla después de recibir un tratamiento o de ser acariciado, el chirrido probablemente indica felicidad. Los hámsters que viven juntos, especialmente los muy sociables hámsters enanos, pueden chillar porque se gustan y disfrutan de la compañía.
Por primera vez, un hámster que vive en un entorno nuevo con otro hámster puede chillar constantemente por molestia, y este tipo de chirrido también puede ir acompañado de resoplidos o silbidos. Los hámsters también pueden escapar del miedo cuando sus dueños los manejan con rudeza. Agarrar suavemente y acariciar suavemente a un hámster asustado durante unos minutos debería aliviar este tipo de chirridos.