Las diferentes especies de ranas tienen diferentes métodos para protegerse de los depredadores, como intentar huir, hincharse o morir. Otras especies utilizan el color de su piel para mezclarse con el entorno o advertir a los depredadores que son tóxicos.
Debido a la naturaleza física pequeña y débil de las ranas, luchar contra el ataque rara vez es una opción. Como resultado, las ranas han desarrollado algunos rasgos muy útiles que les permiten sobrevivir. Muchas especies de ranas que residen en las selvas tropicales de las Américas poseen glándulas que secretan toxinas a través de su piel. Algunas toxinas hacen que las ranas tengan un sabor realmente malo, mientras que otras pueden causar parálisis, náuseas e hinchazón. La toxina alcaloide secretada por la rana venenosa dorada es considerada como uno de los venenos más mortales del mundo.