Los calamares son depredadores carnívoros que se aprovechan principalmente de peces, crustáceos y otros calamares. Debido a que los calamares varían mucho en tamaño, algunas especies miden menos de 1 pulgada de largo, mientras que otras superan los 30 pies. Longitud: sus preferencias de presa específicas difieren notablemente de una especie a otra. Algunos calamares cazan persiguiendo a sus presas, mientras que otros se esconden y acechan esperando que la comida pase a su lado.
Los calamares capturan presas con sus tentáculos. Cada tentáculo está cubierto por miles de pequeños discos de bombeo, que ayudan a las criaturas a agarrar su presa resbaladiza. Una vez que la presa ha sido agarrada firmemente, jala el alimento hacia sus bocas con forma de pico. Los picos rompen la presa en pequeños pedazos, permitiendo que los calamares se traguen la comida. La mayoría de las especies tienen glándulas de veneno ubicadas en sus cabezas junto con conductos que conducen al pico. Este veneno se usa tanto para incapacitar a la presa como para la defensa.
Aunque se parecen a los calamares y se llaman "calamares vampiros", la especie conocida como Vampyroteuthis infernalis no es un calamar en absoluto. Apropiadamente, estos cefalópodos únicos tienen una dieta diferente a la de los calamares verdaderos. Los calamares vampiros consumen pequeños fragmentos de materia orgánica que descienden a las profundidades oscuras en las que viven, en lugar de cazar presas vivas.