Las mascotas son buenas compañeras porque pueden ayudar a prevenir la soledad y reducir el estrés. Proporcionan apoyo social y fomentan un estilo de vida saludable.
Las mascotas suelen tener un efecto positivo en el estado de ánimo de una persona. Si una persona siente que un compañero humano está siendo crítico, esto puede aumentar los niveles de estrés. En contraste, una mascota no juzga, y su amor por su dueño es incondicional. Una mascota siempre es un buen oyente y se siente igual de cómoda cuando se prefiere el silencio. Los dueños de mascotas, especialmente aquellos que poseen perros, tienen más probabilidades de hacer suficiente ejercicio de forma regular.
Tener mascotas puede expandir la red social de una persona, ya que aumenta la accesibilidad y es un tema fácil para conversar. Ser dueño de una mascota puede alargar la vida útil de una persona. Las mascotas pueden enseñar a las personas a ser más empáticas, compasivas, educativas y tolerantes. Las mascotas no tienen sus propios horarios de mantenimiento y están disponibles cuando sea necesario, ya sea temprano por la mañana o tarde por la noche. Muchas mascotas son excelentes compañeros de viaje y están felices de ir a donde sea que vaya su dueño.
Cuando una persona aprende a estar atenta a las necesidades de una mascota, es más probable que responda a las necesidades de las personas.