Un pastor alemán bien entrenado se lleva bien con otras mascotas, incluidos los gatos. Sin embargo, debido al fuerte instinto de presa del pastor alemán, es importante socializar la raza con las mascotas domésticas en una edad temprana. Esto, junto con el entrenamiento, garantiza que el pastor alemán no será una amenaza para las mascotas o animales callejeros.
Los pastores alemanes son ampliamente considerados como una de las razas de perros más inteligentes. Su valor, lealtad y confianza lo hacen adecuado para la vida familiar o el trabajo de servicio. Se sabe que los pastores alemanes son muy protectores de sus familias y son completamente capaces de ser perros guardianes. Las orejas erguidas del pastor alemán, su largo hocico y su espesa cola recuerdan a las del lobo, lo que indica una retirada relativamente reciente de su ancestro salvaje. Los pastores machos alemanes pueden alcanzar 26 pulgadas en el hombro y pesar hasta 85 libras. La raza en general es físicamente fuerte y atlética, y requiere ejercicio diario, como una larga caminata o jugar al Frisbee. Si un pastor alemán no tiene suficiente ejercicio, es probable que se comporte mal. Este problema se puede agravar si el propietario no es percibido como lo suficientemente dominante o asertivo. Si no se cría a partir de un stock aceptable, esta raza es susceptible a displasia, problemas digestivos y tumores esplénicos, entre otras enfermedades.