Los críticos de Hoover dicen que se adhirió a sus principios conservadores a costa de no ofrecer ningún alivio real para la economía y las personas que sufren como resultado de la Gran Depresión. De hecho, las personas sin hogar que aparecieron en barrios improvisados los llamaron Hoovervilles en referencia a su difícil situación y su incapacidad para ayudar.
También se considera que Hoover ha exacerbado la Gran Depresión debido a algunos errores políticos durante su presidencia que empeoraron el problema. Por ejemplo, promulgó una ley de tarifas que causó guerras comerciales internacionales, empeorando la economía y dificultando a quienes ya están afectados por la Gran Depresión. Algunos críticos también argumentan que Hoover fue un "no hacer nada" que pensó que la Depresión debería ser aceptada como un hecho de la vida y que la gente tenía que soportarla. Las respuestas iniciales de Hoover a la crisis hicieron poco para aliviar el sufrimiento y él pasa a la historia como uno de los peores presidentes.