Guglielmo Marconi inventó la radio porque estaba fascinado por la ciencia eléctrica y la física y quería ampliar el trabajo de Heinrich Rudolf Hertz en el campo de la radiación electromagnética. Debido a la riqueza de su familia, pudo realizar experimentos por su cuenta en la villa familiar, lo que llevó al desarrollo de la radio.
El interés de Marconi fue provocado por artículos que aparecieron después de la muerte de Hertz. Pudo estudiar con Augusto Righi, un físico universitario y vecino de Marconi que había investigado el trabajo de Hertz. Trabajando solo en un ático con solo su mayordomo para ayudarlo, Marconi creó un dispositivo que podía enviar señales a una milla de distancia.
El gobierno italiano rechazó su solicitud de financiamiento, por lo que en 1896 Marconi, acompañado por su madre, se fue a Inglaterra. La oficina de correos británica estaba entre los grupos interesados en financiar su trabajo. En 1899, Marconi envió las primeras señales de radio inalámbricas a través del Canal de Inglaterra desde Francia a Inglaterra. En 1902, envió con éxito una señal a través del Océano Atlántico desde Canadá a Inglaterra. Las primeras versiones de las radios Marconi fueron cruciales para salvar cientos de vidas cuando el Titanic se hundió en 1912.
Además de su primera patente para telegrafía sintonizada en 1900, Marconi recibió varias otras patentes por sus invenciones. Estos incluyen un detector magnético que se convirtió en el primer receptor inalámbrico, una antena direccional horizontal y un sistema para generar ondas continuas. En 1909, Marconi recibió el Premio Nobel de física por su trabajo.