Galileo Galilei fue acusado de herejía debido a sus escritos heliocéntricos copernicanos, que afirmaban que la Tierra giraba alrededor del sol y no al revés. Durante el siglo XV, la Iglesia Católica utilizó pasajes bíblicos para Mantener que la Tierra era un cuerpo fijo en el centro del universo.
Galileo fue acusado de herejía por primera vez en 1613, cuando escribió una carta a un estudiante defendiendo la teoría de Copérnico de que la Tierra gira alrededor del sol. La investigación y las observaciones telescópicas lo habían convencido de que las ideas de Copérnico no contradecían la Biblia. Explicó que los pasajes bíblicos en cuestión estaban escritos desde la perspectiva de la Tierra y no podían tomarse literalmente. Los funcionarios de la Inquisición romana declararon que las creencias copernicanas eran heréticas y ordenaron a Galileo que no las defendiera oralmente o por escrito.
En 1623, el amigo de Galileo, Maffeo Barberini, fue elegido para ser el Papa Urbano VIII. El nuevo papa animó a Galileo a continuar estudiando astronomía. Como resultado, Galileo escribió el "Diálogo sobre los dos sistemas mundiales principales", en el que presentó una discusión de la teoría heliocéntrica con puntos de vista pro, con y neutrales. Debido a que la persona que defendía el punto de vista centrado en la Tierra se encontraba con poca luz, el trabajo no se consideraba neutral, y Galileo fue convocado nuevamente para comparecer ante la Inquisición romana. Después de ser amenazado con la tortura, se retractó públicamente de su punto de vista y fue puesto bajo arresto domiciliario, donde permaneció hasta que murió en 1642.