El Titanic brindó varias lecciones importantes: demostró las capacidades sin precedentes de la ingeniería de embarcaciones humanas y descubrió fallas fatales en el diseño y la seguridad de los barcos. Las ideas para crear el Titanic comenzaron a principios del siglo XX, cuando el transporte Realizado viajes realistas para el público. La construcción física del transatlántico masivo comenzó en 1907 y terminó 2 años después.
El Titanic provenía de Irlanda; los historiadores acreditan a un equipo de Harland y Wolff, una compañía de construcción naval estacionada en Irlanda, con su construcción. El equipo diseñó el Titanic para superar a todos los otros transatlánticos olímpicos en tamaño y seguridad. El resultado final incluyó un barco de pasajeros capaz de transportar a casi 2,500 pasajeros y una tripulación de poco menos de 1,000. El 10 de abril de 1912, los pasajeros y miembros de la tripulación pusieron un pie para navegar a través del océano Atlántico en un barco considerado el más seguro del mundo. Presentaba un doble casco, completo con un fondo exterior resistente y un segundo ubicado justo arriba.
El Titanic descubrió varias fallas de seguridad además de diseños mecánicos y de ingeniería deficientes. Dejó el puerto equipado con suficientes botes salvavidas para acomodar a poco más de la mitad del número de pasajeros a bordo. La tragedia golpeó el 14 de abril, cuando el Titanic se estrelló contra un iceberg. Herido de muerte, el barco se hundió el 15 de abril. Su hundimiento demostró la vulnerabilidad de las personas a pesar de la tecnología, pero mostró importantes lecciones en técnicas de seguridad y diseño de barcos para evitar futuras catástrofes.