La Batalla de Trafalgar fue importante porque confirmó la superioridad de la Marina británica y destruyó la fuerza de la marina de Napoleón. La victoria británica destruyó completamente el plan de Napoleón de invadir Gran Bretaña y aseguró las rutas marítimas para los británicos. comercio marítimo.
Los barcos encabezados por el almirante británico Horatio Nelson se unieron a una flota británica cercana a fines de septiembre de 1805 en respuesta a una flota de barcos franceses y españoles que se refugian cerca de Cádiz, España. La llegada de Nelson provocó que el comandante de la flota franco-española, el almirante Pierre-Charles Villeneuve, atacara cerca del Cabo Trafalgar el 21 de octubre.
Nelson ordenó a su flota que respondiera utilizando técnicas poco ortodoxas, que se dirigían a los barcos aliados con dos columnas dirigidas por los dos barcos más grandes. Este enfoque rompió la línea aliada, permitiendo a los barcos británicos acercarse a los barcos aliados. Las habilidades de artillería británica y la coherencia táctica superiores llevaron a los británicos a una victoria en la que capturaron a más de 20 barcos enemigos y miles de navegantes enemigos.
Esta victoria paralizó las ambiciones marítimas francesas y aseguró la primacía de la flota británica durante más de un siglo. Sin embargo, tuvo un costo. El almirante Nelson sufrió una lesión durante la batalla que lo llevó a su muerte.