Los antojos excesivos de zanahoria se han relacionado con la anemia y se pueden resolver agregando más hierro a la dieta. Sin embargo, la adicción a la zanahoria es una condición rara pero real que puede resultar en hipercarotenemia, que se cree que es desencadenada por elementos químicos desconocidos en el betacaroteno.
La literatura médica relacionada con las consecuencias del consumo excesivo de zanahorias se remonta a la década de 1900. Mientras que el efecto secundario más famoso es la hipercarotenemia, una condición en la cual la piel se vuelve amarilla o anaranjada, el British Journal of Addiction ha registrado casos en los cuales los pacientes mostraron dependencia psicológica de las zanahorias, con síntomas de abstinencia como nerviosismo, antojos, insomnio e irritabilidad /p>
La ciencia exacta de la adicción a la zanahoria sigue siendo desconocida. Algunos médicos especulan que el betacaroteno es la base de la adicción, pero otros han examinado la correlación entre aquellos que comienzan a comer zanahorias como una actividad de desplazamiento al intentar dejar de fumar. Un acto oral agresivo, la ingesta de zanahorias y la abstinencia se vinculan con la abstinencia de la nicotina.
En general, se entiende que los antojos de alimentos son más mentales que físicos, y con frecuencia están destinados a tratar el estrés o como un efecto secundario de la alimentación emocional. Sin embargo, los antojos a menudo se centran en alimentos ricos en grasa o azúcar, que provocan un aumento en los niveles de serotonina. Una mujer en 1996 intentó tratar su adicción a la zanahoria con antidepresivos, pero no afectó su consumo de zanahoria.
