La vitamina D-3 se usa para la prevención de trastornos óseos como el raquitismo, la osteomalacia o el ablandamiento de los huesos, y para ayudar al cuerpo a absorber el fósforo y el calcio. Se administra a bebés lactantes como suplemento porque la leche materna no contiene los niveles adecuados, según WebMD.
También conocida como colecalciferol, la vitamina D-3 es un nutriente esencial soluble en grasa. Se trata la osteoporosis, una condición caracterizada por huesos débiles. Además, los médicos utilizan la vitamina D-3 para el tratamiento de la artritis reumatoide, el colesterol alto, la diabetes, la bronquitis, el asma, la presión arterial alta, la esclerosis múltiple, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la bronquitis. También aumenta la inmunidad de una persona a las enfermedades, como lo indica WebMD.
La fuente básica de vitamina D-3 es el sol. La exposición de la cara, las manos, los brazos y las piernas a la luz suave del sol hace que la piel produzca la vitamina. Sin embargo, la duración del tiempo requerido para la exposición depende del tipo de piel, la edad, la estación y la hora del día de una persona, de acuerdo con WebMD. También está disponible en pequeñas cantidades en algunos alimentos, como los pescados grasos.
Debido a las condiciones de vida principalmente interiores de hoy y al uso intensivo de protector solar, muchas personas tienen deficiencia de esta vitamina esencial. La investigación más reciente, de acuerdo con los productos de Vitamin Research, establece que la deficiencia de vitamina D-3 se puede vincular a muchas afecciones, como el cáncer, la depresión, el dolor de espalda, la inmunidad deteriorada y la degeneración macular. Es imperativo que las mujeres embarazadas obtengan suficiente vitamina D-3, ya que la deficiencia puede resultar en resistencia a la insulina y preeclampsia durante el embarazo.
Si bien las personas pueden tomar suplementos de vitamina D-3, la ingesta excesiva conduce a niveles dañinos de calcio. Los síntomas de exceso de vitamina D-3 incluyen falta de apetito, estreñimiento, confusión, crecimiento de depósitos de calcio y debilidad general del cuerpo, según lo declarado por MedicineNet.