¿Los pólipos estomacales son cancerosos?

Algunos pólipos estomacales o gástricos son cancerosos, mientras que otros no lo son, según la Clínica Mayo. La mayoría de ellos no se vuelven malignos. Sin embargo, los adenomas, los más raros, son más propensos a volverse cancerosos. Estas masas de células glandulares en el revestimiento interno del estómago están relacionadas con la inflamación y una condición hereditaria de los pólipos en los intestinos grueso y grueso. Un médico a menudo remueve los adenomas durante la endoscopia, un examen del tracto digestivo.

Dos tipos comunes de pólipos gástricos son pólipos hiperplásicos y pólipos de glándula fúndica, señala la Clínica Mayo. Ambos se forman como resultado de la hinchazón en el revestimiento del estómago y tienen el potencial de volverse cancerosos. Los pólipos hiperplásicos ocurren en personas con gastritis o inflamación crónica del estómago. También puede haber un enlace a una bacteria potencialmente infecciosa llamada Helicobacter pylori. Si bien el riesgo de cáncer es bajo en pólipos hiperplásicos, aumenta en pólipos de más de 3/4 de pulgada de diámetro.

Por otro lado, los pólipos de las glándulas de Fundic consisten en células glandulares en el revestimiento del estómago, explica la Clínica Mayo. Ocurren en personas con síndrome de poliposis adenomatosa familiar y requieren extirpación porque pueden volverse malignas. También son comunes en personas que toman inhibidores de la bomba de protones, que disminuyen el ácido estomacal. Si son más grandes que 2/5 de pulgada de diámetro, estos pólipos de glándula fúndica representan un riesgo de cáncer y requieren tratamiento por parte de un médico. El tratamiento puede incluir suspender la medicación, extirpar el pólipo o una combinación de ambos.