La temperatura de un niño puede ser de 96 F en lugar del promedio de 98.6 F por varias razones. La temperatura corporal varía según la hora del día y el método utilizado para obtener la lectura.
Si la temperatura de un niño se toma debajo de la axila, la lectura suele ser más baja de lo que sería si la temperatura se tomara por vía oral. Es importante seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante para evitar lecturas falsas. Algunos niños naturalmente tienen temperaturas más bajas de lo normal, por lo que una temperatura de 96 F no es necesariamente motivo de preocupación. La causa más común de una temperatura corporal más baja es la exposición al frío, según la Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica.
En algunos casos, una temperatura de 96 F es un indicador de una condición médica subyacente o un efecto secundario de ciertos medicamentos recetados. La diabetes, el hipotiroidismo, la insuficiencia renal, la insuficiencia de las glándulas suprarrenales y la insuficiencia hepática son todas las posibles causas de una baja temperatura persistente. Si la temperatura de 96 F dura varios días, es importante que se comunique con el pediatra del niño para hablar sobre la posible causa. Si el niño no está tomando opiáceos, litio, clonidina u otro tipo de medicamento que se sabe que causa temperaturas corporales más bajas, un pediatra puede ordenar análisis de sangre para descartar un problema médico subyacente.