Según Paw Nation, los hámsters hacen una variedad de ruidos para comunicarse con sus dueños humanos. Mientras que los hámsters no lloran como los bebés humanos, pueden gritar, chillar o rechinar en respuesta al estrés.
Los hámsters suelen vocalizar cuando experimentan dolor o miedo, por lo que es especialmente importante prestar atención al comportamiento de un hámster, ya que puede indicar enfermedad o lesión. Los hámsters sirios también vocalizan cuando se enfrentan a otros hámsters, como una advertencia o un signo de agresión. Esto se debe a que son animales solitarios, a diferencia de los hámsters enanos, que prefieren vivir en manadas. Algunos hámsters vocalizan a menudo, y otros son relativamente silenciosos.