Los gatos lamen a los humanos por una variedad de razones, generalmente por un deseo de acicalarse o unirse con ellos. Es un signo de afecto que generalmente no ocurre a menos que el gato se sienta completamente seguro. La presencia de su dueño. Sin embargo, los gatos estresados también succionan y lamen objetos que brindan comodidad, incluida la piel humana.
Los gatitos y los gatos mayores se ven a menudo acicalando unos a otros. Por lo general, se enfocan en áreas difíciles de alcanzar, como las orejas o la cabeza. La preparación ayuda a los gatos a relajarse e intercambiar aromas entre sí, consolidando su aceptación en la colonia.
Cuando los gatos se sienten cómodos con los humanos, se lamen las manos humanas para indicar y reforzar sus sentimientos. Sin embargo, cuando un gato está ansioso, puede lamer compulsivamente las manos de su dueño para calmarse. Este comportamiento se puede disuadir distrayendo al gato, tal vez mediante el uso de juegos interactivos que lo alientan a estar activo y fortalece el vínculo entre la mascota y el humano.
Como los humanos, los gatos se sienten más relajados y contentos después de hacer ejercicio. Redirigir la atención del gato también es un método eficaz para contener el exceso de lamer. Ofrecer un juguete a menudo atrae la atención de un gato hacia un objeto que es más aceptable para lamer.