A partir de septiembre de 2014, según la Clínica Mayo, no existe una cura conocida para el mieloma múltiple. Sin embargo, existen varios tratamientos que pueden usarse para estabilizar la enfermedad y retrasar su progreso. Estos incluyen terapia farmacológica dirigida, quimioterapia, corticosteroides, trasplante de células madre y radioterapia.
Los tratamientos farmacológicos dirigidos se administran por vía intravenosa y se concentran en eliminar las células del mieloma mediante el bloqueo de su función natural.
Los corticosteroides pueden administrarse por vía intravenosa u oral, de acuerdo con la Clínica Mayo. El objetivo de este tratamiento es controlar la inflamación.
El trasplante de células madre implica quimioterapia para eliminar la médula ósea enferma, seguido de la introducción de células de médula ósea sanas para reemplazarla.