Los corpúsculos pacinianos son mecanorreceptores ubicados en todo el cuerpo, incluyendo la capa dérmica de la piel, los tendones y las cápsulas articulares, así como el mesenterio que rodea los intestinos. Presión profunda y vibración.
Bajo un microscopio, los corpúsculos pacinianos se parecen a pequeños bulbos de cebolla. Cuando estas estructuras se deforman por estímulos mecánicos, disparan potenciales de acción, que el cerebro en última instancia interpreta como un contacto profundo.
La piel contiene otros mecanorreceptores, incluidos los corpúsculos de Meissner, los finales de Merkel y los finales de Ruffini. Son responsables colectivamente de detectar el toque ligero y la presión moderada. Los axones de los mecanorreceptores están muy mielinizados, lo que permite que estas neuronas transmitan rápidamente potenciales de acción. De todas las neuronas responsables de detectar información táctil, solo los propioceptores, que incluyen los husos musculares y los órganos del tendón de Golgi, transmiten las señales más rápido. En contraste, las fibras nerviosas que llevan la sensación de temperatura están ligeramente mielinizadas, mientras que las fibras C que transmiten señales de dolor están completamente desmielinizadas.
Los mecanorreceptores envían sus señales al cerebro a través de tractos de materia blanca en la médula espinal denominados columnas dorsales. Las señales de dolor y temperatura llegan al cerebro a través de una ruta diferente, llamada tracto espinotalámico.
Los corpúsculos pacinianos fueron nombrados en honor del anatomista italiano Filippo Pacini, quien los descubrió alrededor del año 1875.