El calcio es muy abundante en toda la corteza terrestre y puede extraerse en cualquier parte. El calcio se puede obtener de muchos minerales, pero generalmente se extrae de piedra caliza, mármol, dolomita, yeso, anhidrita o aragonita.
Descubierto en 1808 por Sir Humphry Davy de Inglaterra, el calcio deriva su nombre de la palabra latina que significa cal. Un metal suave y brillante, el calcio constituye aproximadamente el 3,5 por ciento de la corteza terrestre. Es el quinto elemento mineral más abundante.
El calcio es reactivo cuando se combina con oxígeno y agua. El calcio combinado con el agua produce hidrógeno, mientras que el calcio combinado con el oxígeno forma la cal. El calcio se usa para purificar circonio, torio, uranio y otros metales raros. También se usa para eliminar impurezas como el carbono, el azufre y el oxígeno de los metales fundidos. El calcio se puede convertir en cal viva, que puede usarse para producir metales puros, para tratar el agua, en fertilizantes y en materiales de construcción como cemento, paneles de pared y yeso. El calcio también se usa para deshidratar aceites y como agente reductor para el berilio. Es esencial para las plantas, los animales y los seres humanos.
El calcio es uno de los seis elementos masivos y es el quinto elemento más común en los seres humanos. El calcio está presente en las paredes celulares, los huesos, los dientes, las conchas y las estructuras de las plantas. El calcio también desempeña un papel en la regulación de los latidos del corazón y en la coagulación de la sangre.