El acero está hecho de hierro y carbono. El carbono es aleado con hierro para hacerlo más fuerte. Para crear acero, los fabricantes deben fundir el hierro en el mineral, eliminar las impurezas y agregar aleaciones.
En el primer paso, el mineral de hierro se funde con coque. El coque es un subproducto de la destilación del carbón. Este paso sucede en un alto horno para fundir el hierro. Luego, se eliminan las impurezas y el exceso de carbono, y se agregan aleaciones. Estas aleaciones incluyen cromo, níquel u otros metales que ayudan a hacer el tipo de acero necesario. Después de ser aleado, el acero se convierte en rollos, lingotes o losas.