Las plantas requieren nitrógeno porque el elemento es un componente principal de muchas de sus estructuras y procesos metabólicos. Entre otras cosas, el nitrógeno es un ingrediente crítico de la clorofila, la sustancia química que permite que se produzca la fotosíntesis. El nitrógeno es uno de los seis macronutrientes primarios que necesitan las plantas, y muchos jardineros usan fertilizantes para asegurarse de que sus plantas tengan suficiente.
El nitrógeno es un componente de muchas estructuras de plantas, pero juega un papel especialmente importante en la estructura de las raíces. Cuando las raíces tienen nitrógeno adecuado, se desempeñan de manera más eficiente. Esto permite a la planta extraer más agua y otros nutrientes, y producir más crecimiento. Cuando las plantas no tienen suficiente nitrógeno, languidecen y mueren. Tamaño pequeño, crecimiento deficiente y hojas amarillas o rojas son síntomas de deficiencia de nitrógeno. Demasiado nitrógeno también puede causar problemas para las plantas. Esto no ocurre muy a menudo en el mundo natural, pero los jardineros pueden causar toxicidad por nitrógeno si usan demasiado fertilizante.
Como constituye la mayor parte de la atmósfera de la Tierra, las plantas están rodeadas de nitrógeno gaseoso. Sin embargo, no pueden usarlo en esta forma; deben absorberlo a través de sus raíces de una solución a base de agua en el suelo.