La nieve está hecha de pequeños cristales de hielo que se pegan. Los pequeños cristales de hielo se forman cuando las temperaturas son bajas y hay humedad en la atmósfera.
La formación de los cristales de hielo determina el tamaño de los copos de nieve. Cuanto más frío está el aire, más polvorienta y ligera es la nieve. Si la temperatura es ligeramente más cálida, los cristales se unen formando copos de nieve más grandes y húmedos. Cada copo de nieve tiene una forma única, pero todos tienen una figura hexagonal. La temperatura debe ser de al menos 35.6 grados Fahrenheit. Cuanto más baja es la temperatura, más tarda en derretirse la nieve.