Las ventiscas son peligrosas debido a las temperaturas de congelación que se ven agravadas por el viento fuerte, las dificultades para atravesar las nevadas y la posibilidad de perderse en ráfagas cegadoras. Una persona atrapada en una ventisca necesita refugiarse inmediatamente.
El Servicio Meteorológico Nacional define las ventiscas como tormentas con vientos de más de 35 mph, nieve intensa o nieve en el suelo y visibilidades de menos de un cuarto de milla durante al menos tres horas. En condiciones como esta, es fácil perderse. Para las personas en un vehículo varado o atrapadas en el exterior, la hipotermia puede ser mortal. Las condiciones del camino son peligrosas debido a la combinación de superficies resbaladizas, vientos fuertes y mala visibilidad. El viento y la nieve también pueden derribar líneas eléctricas, lo que pone a las personas en riesgo de hipotermia en sus propios hogares.