Los alimentos le dan energía al cuerpo humano. El cuerpo descompone los carbohidratos, las proteínas y las grasas de los alimentos para proporcionar energía para alimentar sus células. La glucosa, que es proporcionada por los carbohidratos, es la fuente de energía preferida del cuerpo.
El sistema digestivo humano convierte fácilmente los carbohidratos de los alimentos en glucosa, galactosa y fructosa. La glucosa se absorbe directamente en el torrente sanguíneo donde la insulina, una hormona producida en el páncreas, permite que la glucosa se mueva a las células y se convierta en energía. Si hay una escasez de carbohidratos en la dieta, el cuerpo utiliza la glucosa almacenada del hígado para obtener energía. Cuando esas tiendas se agotan, el cuerpo convierte las grasas o proteínas en glucosa.