Hay casi un número infinito de colores, de acuerdo con el Chester F. Carlson Center for Imaging Science en el Instituto de Tecnología de Rochester. Sin embargo, no todos son distinguibles por el ojo humano.
Matemáticamente, al multiplicar los casi 10 millones de colores distinguibles con las miles de fuerzas externas que actúan sobre la percepción cerebral de esos colores, como la luz, las superficies y las condiciones de visión, los psicofísicos han determinado que la cantidad de colores y combinaciones posibles es casi interminable. La percepción que cada persona tenga de esos colores también variará debido a la gran variedad de factores externos y al contexto en constante cambio.