Según la Asociación Dental Americana, los dientes de una persona deben cepillarse al menos dos veces al día. Es una buena práctica cepillarse una vez por la mañana y otra vez antes de acostarse por la noche.
El cepillado después de cada comida y merienda es mejor, pero cumplir con este programa de cepillado no es conveniente para la mayoría de las personas. El cepillado de los dientes elimina los alimentos y la placa, que es la película pegajosa que se desarrolla en los dientes. La placa contiene bacterias que liberan ácidos dañinos. Los ácidos en los dientes pueden debilitar el esmalte dental y causar caries. Estos ácidos también pueden hacer que la placa se endurezca y se convierta en sarro, lo que es aún más difícil de eliminar.