La segunda ley del movimiento de Newton establece que la fuerza que ejerce un objeto es igual a la masa de ese objeto multiplicada por su aceleración. La cantidad de fuerza que los individuos pueden ejercer es directamente proporcional a su masa y la velocidad a la que se mueven.
Por ejemplo, si una persona de 45 kg y una persona de 62 kg aceleran a 2 m /s ^ 2, la persona de 62 kg ejerce una fuerza mayor que la persona de 45 kg. De manera similar, si ambas personas pesan 62 kg y una de ellas acelera a 2 m /s ^ 2 y la otra a 3 m /s ^ 2, la persona que acelera a 3 m /s ^ 2 tiene una fuerza mayor que la persona que acelera a 2 m /s ^ 2.