Cuando la fructosa y la glucosa se unen, forman sacarosa o azúcar de mesa. Este carbohidrato está presente de forma natural en todas las frutas y verduras. La caña de azúcar y la remolacha azucarera son las principales fuentes de sacarosa procesada y comercializada al público.
La fórmula para sacarosa es fácil de detectar: consiste en la glucosa de azúcar de seis carbonos enlazada químicamente a la fructosa de azúcar de cinco carbonos. El azúcar más abundante en la naturaleza, la sacarosa, es popular porque sabe bien y es fácil y barato de producir, afirma la Extensión de la Universidad del Estado de Colorado. La sacarosa también da lugar a otros productos dulces como el azúcar morena y la melaza. La enzima sacarosa, que es secretada por el intestino delgado, descompone la sacarosa en sus componentes monosacáridos.