Fernando e Isabel gobernaron a fines del siglo XV y principios del XVI. Se casaron en 1469, e Isabella murió en 1504 antes de que Fernando muriera en 1516.
El matrimonio de Fernando e Isabel unificó dos reinos que se convirtieron en España. Mantuvieron el orden en el país al emplear a la Santa Hermandad para establecer un sistema judicial y reinar en los nobles castellanos. También expulsaron a judíos y musulmanes de España, mientras forzaban a otros a convertirse al catolicismo para que pudieran permanecer en el país. Los monarcas persiguieron a aquellos que practicaban en secreto otras religiones además del catolicismo, incluidos aquellos que cometían blasfemia y herejía. Autorizaron la expedición de Cristóbal Colón en 1492, y sus excursiones al Nuevo Mundo trajeron nuevas riquezas a España.