Los síntomas de un trastorno de mentira compulsivo o los rasgos de un mentiroso patológico más allá de la mentira incluyen el comportamiento impulsivo, el engaño, la ira, el comportamiento abusivo y el egoísmo, según PsychCentral. Los mentirosos patológicos también pueden convertirse en controladores u obsesivos, socialmente torpe o aislado y muestra un comportamiento celoso o manipulador hacia los demás.
El trastorno de la mentira compulsiva puede hacer que los pacientes sean propensos al narcisismo y causen el malestar de forma regular, explica PsychCentral. Estas personas también pueden poseer baja autoestima y sentirse incómodas en situaciones sociales. Los mentirosos patológicos suelen estudiar los comportamientos para determinar el momento adecuado para mentir o aprovecharse de otro individuo. Muchas personas con un trastorno de mentira compulsiva pueden carecer de empatía o conciencia de cómo la mentira hace sentir a otras personas.
Los mentirosos patológicos pueden sentirse culpables cuando mienten, pero no pueden controlar el impulso de decir una mentira, según PsychCentral. Muchas personas con un trastorno de mentira compulsiva intentan cambiar de tema cuando se encuentran atrapadas en una mentira porque se sienten incómodas cuando las personas hacen preguntas de sondeo. Como resultado, muchos mentirosos patológicos se sienten aliviados cuando se cambia el tema.
Las personas con un trastorno de mentira compulsivo pueden tener un contacto visual intenso al decir una mentira, mientras que otras pueden parecer relajadas o relajadas, señala PsychCentral. Algunos mentirosos patológicos son muy sociables y han dominado cómo sonreír o hacer contacto visual directo al mentir.