Los síntomas de una crisis de la mediana edad incluyen sentimientos de depresión, incapacidad para tomar decisiones sobre el futuro, enojo o culpa hacia un compañero, necesidad de aventura o cambio y pérdida de interés en aspectos importantes de la vida. Cuando una persona está experimentando una crisis de la mediana edad, hay un cambio drástico en el comportamiento. La persona parece infeliz, parece deprimida o inesperadamente quiere una nueva vida.
Una crisis de la mediana edad generalmente ocurre entre los 35 y los 55 años. Este es un período en el que una persona cuestiona sus prioridades y desea ajustar su estilo de vida actual para satisfacer sus necesidades emocionales. Una persona que atraviesa una crisis de la mediana edad puede comenzar a mostrar pérdida de peso o una obsesión con la apariencia física. La persona puede desear una relación más íntima, lo que hace que pase más tiempo en línea.
Las personas que sufren crisis de la mediana edad también pueden comenzar a participar en actividades peligrosas como el paracaidismo y las carreras de motocicletas. Estas personas tienen el deseo de experimentar la juventud y la emoción de la aventura. Los patrones de sueño inusuales, la falta de interés en actividades placenteras, la tristeza, la confusión sobre el futuro y el cuestionamiento de las decisiones de la vida, como el matrimonio, son comunes. Una persona que experimenta una crisis de la mediana edad muestra signos de remordimiento por los objetivos no cumplidos y puede satisfacer ciertos impulsos con alimentos, drogas o alcohol.