Los síntomas de un menisco magullado son dolor severo e hinchazón en la rodilla, pandeo de la rodilla, una sensación de estallido al caminar o correr, y bloqueo de la rodilla al intentar estirar o extender completamente la pierna. También se experimenta una sensación de tensión en la rodilla, afirma MedicineNet.com.
Un menisco magullado provoca dolor agudo e hinchazón en la articulación de la rodilla causada por una inflamación debida a una lesión. La inflamación se desarrolla en un período de unas pocas horas. Si hay mucha acumulación de líquido en la rodilla, la articulación se vuelve difícil de mover, lo que dificulta el enderezamiento, la flexión y la extensión total de la pierna. Esta dificultad también se experimenta cuando un desgarro en el menisco se pliega sobre sí mismo. Esta condición se denomina bloqueo y restringe el rango de movimiento de la articulación de la rodilla, explica MedicineNet.com.
Además, una persona experimenta una sensación de estallido cuando se produce la lesión, afirma WebMD. Esta sensación también se siente al subir escaleras. Una lágrima en el menisco da una sensación de inestabilidad en la rodilla, haciendo que el individuo se sienta como si la rodilla estuviera doblada. En ocasiones, la articulación de la rodilla puede ceder y causar la caída de una persona, explica MedicineNet.com