La fatiga, la pérdida de peso y la debilidad pueden estar asociadas con la enfermedad del hígado graso, pero muchas veces no hay síntomas, especialmente cuando comienza, según WebMD. La enfermedad del hígado graso puede tardar varios años o incluso décadas en avanzar.
Si los síntomas aparecen debido a una enfermedad del hígado graso, pueden incluir náuseas, confusión, problemas para concentrarse y juicio inadecuado, explica WebMD. También pueden aparecer otros síntomas, como dolor en el abdomen, manchas, decoloración oscura de la piel y agrandamiento del hígado.
Si la enfermedad del hígado graso es causada por el alcohol, los síntomas pueden empeorar después de beber en exceso, afirma WebMD. Si la condición empeora y se desarrolla una cirrosis, el hígado puede perder su capacidad de funcionar. Si esto ocurre, los síntomas incluyen retención de líquidos, sangrado interno, desgaste muscular, ictericia e insuficiencia hepática.
No hay un tratamiento específico para la enfermedad del hígado graso en este momento, dice WebMD. Sin embargo, el tratamiento de condiciones subyacentes, como la diabetes, es muy importante. Si la enfermedad del hígado graso es causada por el alcohol, una persona puede ayudar a aliviar los síntomas al eliminar el alcohol de una dieta. Si una persona tiene enfermedad del hígado graso y tiene sobrepeso, perder peso gradualmente, como menos de 2 libras por semana, puede ayudar a revertir la condición. Comer una dieta balanceada, hacer ejercicio y evitar los alimentos ricos en carbohidratos refinados también puede ayudar.