El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta la capacidad de un paciente para interactuar normalmente con otras personas y que puede tener signos y síntomas secundarios, como retraso en el habla en niños pequeños, expresiones faciales limitadas y falta de compromiso con otros. Los síntomas se pueden observar en algunos niños desde el primer año de vida, según la Asociación Nacional de Autismo.
Los síntomas del autismo existen en un espectro de severidad, desde muy leve y difícil de notar hasta severo e incapacitante. Los primeros signos de autismo en bebés y niños pequeños incluyen, según la Asociación Nacional de Autismo: una notable falta de sonrisas u otras expresiones de alegría en niños mayores de 6 meses de edad; falta de gestos, como olas o señales, en niños pequeños durante 12 meses; una incapacidad para hablar después de 16 meses; y la pérdida de la capacidad de hablar entre las edades de 1 y 2 años. Los niños autistas generalmente evitan el contacto visual y, a menudo, no sonríen cuando un padre les sonríe. Rara vez inician o responden a las caricias o hacen ruidos para llamar la atención de los padres. El diagnóstico de autismo puede ser difícil, debido a la variedad de síntomas y su gravedad en un caso determinado, y solo un neurólogo capacitado puede ofrecer un diagnóstico definitivo.