Las ventajas de construir represas incluyen suministrar más agua y energía a las poblaciones locales, expandir los hábitats ribereños circundantes y controlar las inundaciones, mientras que las desventajas incluyen daños a las plantas y animales en ambientes locales, disminución de la diversidad natural e inestabilidad estructural del lecho del río y bancos ribereños cercanos. la construcción de la represa influye directamente en el ambiente circundante, y también afecta a las economías y sociedades. Los defensores apoyan la construcción de represas sobre la base de que las represas, grandes y pequeñas, traen empleos e ingresos a las economías locales, y ayudan a las sociedades a modernizarse y desarrollar una mayor complejidad.
Desde los tiempos del antiguo Egipto, las sociedades de todo el mundo han utilizado represas para transportar agua y regar cultivos. Llevan suministros críticos de agua a las personas en las áreas circundantes y permiten el crecimiento de cultivos y plantas. Las represas pueden incluso proporcionar estabilidad política internamente, ayudando a los gobiernos a asignar y controlar la distribución del agua entre los residentes. También mejoran las relaciones políticas y económicas entre los países vecinos, cuando las represas cruzan las fronteras nacionales.
Las presas también proporcionan nuevas fuentes de energía renovable en forma de energía hidroeléctrica. Su construcción puede mejorar la calidad de vida de algunas especies en entornos locales, incluidos organismos no nativos, pero también puede influir negativamente en los entornos. Las represas cambian el contenido de nutrientes en las aguas río abajo y alteran las temperaturas del agua, lo que a su vez afecta el crecimiento de las poblaciones. En ocasiones, requieren reparaciones y mantenimiento costosos, y las rupturas de las presas crean riesgos para la seguridad.