Los principales depredadores de la jirafa son los humanos, los leones y los cocodrilos, explica la African Wildlife Foundation. Los leones y los cocodrilos cazan a la jirafa en busca de alimento. Sin embargo, los humanos cazan a la jirafa no solo por la comida sino también por su piel, que se usa para hacer joyas.
La jirafa se encuentra principalmente en África, y en muchas culturas africanas, la cola de la jirafa se usa para hacer pulseras de buena suerte. La cola también se puede usar para hacer hilo, que se usa para coser y ensartar cuentas. Esto significa que la jirafa a veces se mata únicamente por su cola. La supervivencia de la jirafa está amenazada no solo por los cazadores furtivos, sino también por la destrucción continua de sus hábitats. Las actividades agrícolas y la construcción de edificios y carreteras han llevado a la tala de árboles de acacia, cuyas hojas son la dieta principal de la jirafa. Si se deja crecer y florecer en su hábitat natural, una jirafa puede vivir hasta 25 años. Sin embargo, debido a las muchas amenazas que enfrentan, muchas jirafas no viven tanto tiempo, ya que su vida se corta debido a los depredadores. En 1999, había aproximadamente 190,000 jirafas en el mundo. La población ha disminuido significativamente y, a partir de 2014, quedan alrededor de 80,00 en el mundo.