El acetato de bencilo es un éster que huele a jazmín, mientras que el butirato de etilo es un éster con un aroma a piña. Otro ejemplo de un éster con un aroma distinto es el salicilato de metilo, que huele a aceite de gaulteria y se usa en los productos Vicks.
Los ésteres se pueden producir en un laboratorio a través de una reacción química llamada esterificación, que los químicos realizan combinando alcoholes con ácidos carboxílicos. El acetato de bencilo, por ejemplo, se produce utilizando ácido acético y alcohol bencílico. El butirato de etilo se deriva del ácido butírico y del alcohol etílico, mientras que el salicilato de metilo se sintetiza utilizando ácido salicílico y alcohol metílico. Para llevar a cabo la esterificación, los químicos agregan calor a los ácidos carboxílicos y alcoholes apropiados en presencia de una sustancia deshidratante, como el ácido sulfúrico concentrado.
Los estudiantes de química pueden realizar la esterificación a pequeña escala utilizando tubos de ensayo para observar las fragancias de los ésteres. El procedimiento típico consiste en agregar pequeñas cantidades de ácido carboxílico, alcohol y agente deshidratante a un tubo de ensayo y luego colocar el tubo en un baño de agua caliente durante unos minutos. La esterificación es un proceso lento, por lo que no se produce mucho éster durante el experimento, lo que puede dificultar la detección del olor del éster sobre el olor del ácido carboxílico. Para que sea más fácil oler el éster, la solución se puede verter en agua, lo que hace que el éster se acumule en una capa delgada sobre la superficie del agua.