La velocidad a la que el agua se congela varía mucho de una situación a otra. Sin embargo, hay algunas variables primarias a partir de las cuales se puede formar una estimación general. La temperatura del agua y sus alrededores son los factores más importantes para determinar la velocidad a la que el agua se congela.
Antes de que el agua se pueda congelar, la temperatura que la rodea debe alcanzar los 32 grados Fahrenheit. Por esta razón, el entorno en el que se coloca el agua es el factor más importante para determinar la velocidad a la que el agua se congela. El agua colocada en un ambiente más frío se congelará más rápido que el agua de la misma temperatura en un ambiente más cálido que todavía está por debajo de los 32 grados.