El cielo termina en la línea Karman, que se encuentra a unas 67 millas sobre el nivel del mar. Sobre esta línea, comienza el espacio. Sin embargo, técnicamente, el cielo no termina tanto como la atmósfera, o el cielo, se adelgaza hasta que no queda oxígeno.
Según The Guardian, uno de los factores principales que separan el cielo del espacio es que un ser humano necesita una nave espacial para estar tan alto. Debajo de esa línea, los aviones son necesarios.
El cielo, o la atmósfera, está formado por capas de gases que sustentan la vida en este planeta. El oxígeno no solo es necesario para muchas formas de vida, sino que la atmósfera también protege a la Tierra de toda la fuerza del sol. La atmósfera se compone principalmente de oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno, argón, cantidades traza de otros gases y vapor de agua. Este vapor de agua es necesario para la continuidad del ciclo del agua y la vida en la Tierra. De estos gases, el nitrógeno y el oxígeno constituyen el mayor porcentaje.
La atmósfera se divide en cinco capas: exosfera, termosfera, mesosfera, estratosfera y troposfera. La troposfera, o primera capa de la atmósfera, es donde ocurre la mayor parte de la vida. La exosfera es la capa más fina y más externa de la atmósfera.