Los efectos inmediatos del ejercicio sobre el sistema muscular incluyen la contracción muscular, un mayor flujo de sangre a los músculos y un aumento de la temperatura muscular, según la BBC. El entrenamiento regular aumenta el ancho y la densidad de los huesos, fortalece los músculos, tendones y ligamentos y aumenta la flexibilidad en las articulaciones. También conduce a músculos más grandes, articulaciones más estables y mejor resistencia muscular.
El ejercicio es crucial para los músculos y huesos fuertes, según el New York Times. Los estudios demuestran que el ejercicio ayuda a las personas a ser más fuertes y más delgadas, y también a las personas a reducir el riesgo de dolor corporal a medida que envejecen. Las personas con osteoartritis que hacen ejercicio regularmente reportan menos dolor y discapacidad. Pueden realizar actividades diarias y mantenerse independientes durante más tiempo que las personas inactivas. Los ejercicios de fortalecimiento son útiles para los pacientes con osteoartritis, ya que aumentan la fuerza muscular. Para aquellos que no tienen osteoartritis, los ejercicios de fortalecimiento para los músculos del muslo ayudan a prevenir esta enfermedad.
El New York Times afirma que los ejercicios de rango de movimiento, como el yoga y el tai chi, mejoran el movimiento en las articulaciones y los músculos. Los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar y nadar, se recomiendan para pacientes con artritis, ya que apoyan y estabilizan eficazmente las articulaciones. El ejercicio también ayuda a disminuir la progresión de la osteoporosis y reduce el riesgo de caídas al aumentar el equilibrio y la flexibilidad.