Los diferentes tipos de frustración se dividen en frustración ambiental, frustración personal, frustración producida por el conflicto y conflicto motivacional. La frustración es la reacción al obstáculo o dificultad que impide que una persona alcance una meta.
La frustración ambiental es la frustración que surge del entorno de un individuo, como su lugar de trabajo o su familia. También puede venir en forma física, como lluvia prematura, hambruna, inundación o terremotos.
La frustración personal se produce cuando una persona trata de alcanzar un objetivo poco realista o poco práctico. Cuando un individuo experimenta frustración debido a sus limitaciones como persona, se llama frustración personal. Por ejemplo, un estudiante con inteligencia promedio que espera obtener el puntaje más alto en su clase, o una persona con discapacidades físicas que quiera competir con personas aptas en una carrera, probablemente experimentará frustración personal.
Se dice que un individuo experimenta frustración producida por el conflicto cuando no está en buenos términos con las personas con las que tiene que tratar regularmente. Puede ser causado por la hostilidad que siente hacia los demás, o la hostilidad que otros tienen hacia él. Dicha frustración conflictiva generalmente ocurre entre colegas o entre un empleado y el empleador.
El conflicto motivacional ocurre cuando un individuo tiene ideologías opuestas. Por ejemplo, una persona que valora la independencia y necesita relaciones sólidas con otros puede experimentar una frustración motivadora.
Las respuestas a la frustración incluyen ira, pérdida de confianza, estrés y depresión. La meditación y una perspectiva saludable de la vida pueden ayudar a lidiar con la frustración.