Ejemplos de una acción voluntaria serían correr, saltar, comer o caminar. Una acción voluntaria es aquella que una persona controla conscientemente.
Las acciones voluntarias son diferentes de las acciones involuntarias en que se debe dar alguna forma de pensamiento a las acciones voluntarias. Las acciones involuntarias, o acciones reflejas, incluyen respirar y estornudar.
Las acciones voluntarias fueron descritas por primera vez por Aristóteles en su libro "Ética a Nicómaco". En su libro, él clasifica las acciones en tres grupos: voluntario, involuntario y no voluntario. Creía que las acciones voluntarias eran aquellas impulsadas por las pasiones, los deseos y la ambición de una persona. La persona que realiza estas acciones debe ser plenamente consciente de las decisiones que toma.