La teoría de la frustración y la agresión es una teoría psicológica que dice que la agresión es causada por el bloqueo o la frustración de los esfuerzos de una persona por alcanzar una meta. La teoría tiene su origen en una hipótesis y estudio de 1939 por el dólar Doob, Miller, Segadora y Sears.
Según la teoría de la agresión de la frustración, la frustración aumenta la probabilidad de agresión. Appalachian State University registra que los defensores originales de la teoría definieron la frustración como "el estado que surge cuando las circunstancias interfieren con una respuesta de objetivo". Investigaciones posteriores han encontrado que la frustración es más probable que conduzca a la agresión cuando el individuo frustrado cree que el comportamiento agresivo reducirá su frustración.
En el experimento de 1939 que sirve de base para la teoría de la agresión por frustración, se pidió a los sujetos que crearan un patrón de origami específico con instrucciones que solo se repetirían una vez. Durante el experimento, un compañero interrumpió las instrucciones y le pidió al experimentador que disminuyera la velocidad. En el grupo de frustración injustificada, el experimentador se negó a disminuir la velocidad debido a una cita pendiente con un novio o novia. El experimentador en el grupo justificado también se negó a disminuir la velocidad pero atribuyó su negativa a la disponibilidad limitada de la sala de experimentos.
Los experimentadores midieron el nivel de agresión de los sujetos haciendo que respondieran un cuestionario que supuestamente determinaba si el experimentador recibiría fondos adicionales o sería reprobado. El grupo no justificado exhibió mayor agresión que los grupos justificados y de control, lo que confirma la hipótesis de frustración agresión.