Hay cinco estilos de comunicación diferentes, incluidos asertivo, agresivo, pasivo-agresivo, sumiso y manipulador. Comprender los diferentes estilos de comunicación en las interacciones diarias es importante para ayudar a desarrollar habilidades de comunicación efectivas. Ser asertivo implica respetarse a sí mismo y a los demás también. Se refiere a la capacidad de articular claramente pensamientos y sentimientos a través de una comunicación abierta, honesta y directa.
El estilo asertivo de comunicación, que demuestra una alta autoestima, es el método de comunicación más saludable y efectivo. Una persona asertiva no es ni demasiado agresiva ni demasiado pasiva. Se comunica con confianza sin jugar juegos mentales ni manipular a otros. Se refiere a lo que dice y no se deja presionar solo porque alguien quiere su ayuda.
El estilo agresivo es característico de las personas que siempre quieren ganar, a menudo a expensas de otros. Las personas agresivas tratan sus necesidades como si fueran más importantes que las de otras personas. Las personas que se comunican a través de este estilo se comportan como si tuvieran más derechos y tuvieran más para compartir que otros. Este estilo de comunicación a menudo es ineficaz, ya que puede llevar a la pérdida de información vital.
El estilo pasivo-agresivo es demostrado por personas que parecen pasivas por fuera pero internamente están ardiendo de ira. Los usuarios de este estilo a menudo se sienten impotentes y resentidos. El estilo sumiso es complacer a otros para evitar la confrontación. Las personas sumisas ponen las necesidades de otras personas antes que las propias. El estilo manipulador se caracteriza por la maquinación, el cálculo y la astucia. Las personas con este estilo son expertos en influenciar o controlar a otras personas para obtener ganancias egoístas.